Comentario
El clero femenino -wabet- ya existía en el Imperio Antiguo, en contra de lo mencionado por Herodoto.
Sus funciones eran diversas: bailar, cantar y tocar música para los dioses, así como tareas más complejas, como guardar el tesoro. Este sacerdocio femenino hubo de ser creado en paralelo al masculino, estando integrado por mujeres de la nobleza, así como esposas e hijas de los sacerdotes, que asumen sus funciones, sobre todo al principio y hasta el I Periodo Intermedio, centradas en asuntos de tipo funerario.
Durante el Imperio Medio el sacerdocio femenino decreció en importancia, continuando sólo los títulos religiosos de manera más simbólica que funcional. Sólo cantoras y músicas tuvieron una cierta relevancia, que se incrementó durante el Imperio Nuevo, como las cantoras de Amón. También en este periodo tuvieron relieve las concubinas del dios -hekeret-.